Los parteluces son los verdaderos protagonistas de la fachada, creando una sensación de fluidez y continuidad hacia el exterior y un ambiente cómodo y acogedor en el interior.
La inteligencia arquitectónica se ve reflejada en tres tipos de parteluces
los primeros controlan la incidencia solar sin sacrificar las vistas, los segundos ayudan a crear un espacio interior confortable, y los terceros ocultan los servicios de la torre de manera estética.